De noche soy azul neón. Brillo en la oscuridad, rodeada de la cuidad y los excesos. Más yo que nunca, con el pelo oliendo a cigarrillo y a la loción de un tipo que no me le sé el nombre. Cuando soy azul neón no existen otros colores sino el mío. Me pierdo entre la gente y no me quiero encontrar.
Soy feliz siendo azul neón. Soy feliz estando perdida y quemándome la vida un cigarrillo a la vez. Cuando soy azul neón, me voy, y me vengo. Me arranco los pelos y me como las uñas y me convierto en un desastre y la decadencia de mi juventud, que está más presente que nunca, me empuja a deslizarme entre las manos de las expectativas.
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