lunes, 10 de octubre de 2016

Pausa para un breve comentario social

Últimamente hay una tendencia en nuestra generación que empuja hacia la individualidad y celebra lo "diferente". En teoría, me encanta que podamos amar nuestras diferencias y crear conciencia a las distintas realidades que cada persona vive. En teoría, no? Pues lo que he observado es que es todo lo contrario. Veo personas de mi edad romantizar una enfermedad mental, o burlándose de alguien que no sigue su particular contracultura. Critican elecciones personales de moda y lo hacen sin tampujos.

Miren, los seres humanos somos una hijueputa contradicción. Yo escucho prog rock y me hundo en depresión hay veces; pero también amo bailar reggeaton y me parto de la felicidad compartiendo risas con desconocidos. Por qué, según estas nuevas normas sociales que observo,  no puedo hacer ambas cosas sin ser hipócrita? Soy una persona compleja como me imagino son la mayoría de las personas, y no pienso que dos cosas que se contradicen me hagan mejor o peor persona.
Díganme "básica" o "corriente" o "rara" o "loca", pero una persona es mucho más que las actividades que hace y cómo elige verse frente al mundo.

Dejen que la gente disfrute lo que le guste hacer y ya.

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